viernes, 10 de diciembre de 2010

EL SOCIALISMO BOLIVARIANO AL DESNUDO.

Fecha de recibo: Diciembre 09 de 2010
Fuente:
yiselbriceo1970@gmail.com


Diciembre 09 de 2010
 EL SOCIALISMO BOLIVARIANO AL DESNUDO
Si bien es cierto las develaciones hechas por Wikileaks no constituyen un descubrimiento sino la edición de viejas noticias salpimentadas por los comentarios subjetivos de funcionarios diplomáticos, especialmente de los EE.UU., si trae elementos que reafirman lo ya sabido sobre la corrupción imperante en algunos regímenes como el de Nicaragua; El Gobierno nicaragüense, presidido por Daniel Ortega, se financia por el narcotráfico internacional y, desde hace unos años, por “maletas llenas de dinero” enviadas por el presidente venezolano, Hugo Chávez, según documentos filtrados este lunes por la organización Wikileaks.
Un cable diplomático revelado, que lleva el número 153018 y tiene fecha del 8 de mayo de 2008, señala que Ortega es un fiel seguidor de Chávez y que su alianza con el ALBA “finalmente ha comenzado a producir un beneficio monetario para Ortega y el FSLN”. “Tenemos informes de primera mano de que funcionarios del Gobierno de Nicaragua reciben maletas repletas de dinero al contado de funcionarios venezolanos durante viajes oficiales a Caracas”, indica también parte del cable. Agrega que “múltiples contactos” han indicado a las autoridades estadounidenses que Ortega utiliza el dinero procedente del petróleo venezolano para financiar los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC) y las campañas electorales municipales del FSLN.
Según las autoridades estadounidenses, informes no confirmados dan cuenta de que Ortega habría tenido a su disposición hasta 500 millones de dólares durante todo el 2008. El mismo cable, firmado por el entonces embajador de EE.UU. en Managua, Paul Trivelli, también señala que Ortega “ha fortalecido sus vínculos con Irán y Venezuela, y ha demostrado abiertamente una simpatía con las Farc”.
Estas mismas develaciones han puesto en evidencia como el Brasil de Lula Silva tiene conocimiento real de la presencia de narcoterroristas de las Farc y Eln desde los comienzos mismos de la revolución bolivariana, pero ha guardado silencio para no enemistarse con Chávez y poder asumir algún papel mediador, indudablemente beneficioso a los intereses del Foro de Sao Paulo y del socialismo del siglo XXI y en perjuicio de la democracia colombiana.
Pero definitivamente lo novedoso es mostrar el verdadero carácter y talante de los líderes de esa revolución socialista latinoamericana; a los ya conocidos escándalos de corrupción en las más altas esferas del gobierno venezolano, como los revelados por el narcotraficante Walid Makled, se suma lo que sucede en Nicaragua donde si ambages se señala como mientras Ortega y la élite sandinista viven en mansiones y se pasean con chóferes en Mercedes Benz y otros coches de lujo, los mismos líderes sandinistas “promueven huelgas que impiden que los pobres adquieran cuidado médico y acceso a transporte público” y de eso si que han dado fe los exiliados de ese país.
Pero el afán de Ortega por el dinero y el poder no reconoce límites legales, morales o éticos, lo que es característico de todos los componentes de las Comités del socialismo a través de la historia; el presidente nicaragüense ordenó proteger en los juzgados a un boxeador profesional acusado de violación, a cambio de una parte de las ganancias de sus peleas y de que el púgil hiciera publicidad para el mandatario. Claro que allí también hay un poco de solidaridad entre delincuentes, el mismo Ortega afrontó un proceso penal al ser acusado de haber violado a su propia hijastra. En 1998 la hijastra de Daniel Ortega, Zoilamérica Narváez, reveló crudos detalles sobre los abusos sexuales a los que la habría sometido su padrastro a lo largo de 19 años, desde que tenía 15 años de edad, el proceso fue manipulado y archivado al llegar Ortega nuevamente al poder.
 Sin embargo, en países como Colombia hay sectores que insisten en presentar a personajes como Chávez y Ortega como prohombres del socialismo dignos de ser imitados, con razón se quieren justificar administraciones como la que actualmente destruye e inmoviliza al Distrito Capital mediante los llamados carruseles de la contratación.

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