miércoles, 15 de diciembre de 2010

GUERRA MEDIÁTICA SIN SOPORTES REALES

Fecha de recibo: Diciembre 09 de 2010
Fuente: yiselbriceo1970@gmail.com

GUERRA MEDIÁTICA SIN SOPORTES REALES
ES UNA LUCHA DESIGUAL, DONDE LA SUBVERSIÓN APOYADA POR EL APARATO JUDICIAL LA CAUSA GRANDES MALES A LAS FUERZAS MILITARES; SOBRE SITUACIONES GASEOSAS Y CONFUSAS SE TERMINAN MONTANDO GRANDES TINGLADOS CON VISOS DE OBJETIVIDAD Y MENTIRAS TANTAS VECES REPETIDAS TERMINAN SIENDO VERDADES PARA LA OPINIÓN PUBLICA, QUE EN ESTE CASO ES INDUCIDA COMPLETAMENTE
Diciembre 13 de 2010
Los ataques mediáticos contra el Ejército Nacional continúan en la misma línea, propalar rumores sin fundamento probatorio, publicar titulares escandalosos sin mostrar a lo largo del desarrollo de la noticia cohesión alguna o cita siquiera de lo mostrado en el encabezado. Prueba de ello lo constituye el artículo Desmovilizado cuenta como fueron las masacres de El Placer y La Dorada, publicado por la organización Verdadabierta.com[1], anunciando en el subtítulo que las mismas fueron cometidas con complicidad de la Fuerza Pública.
El artículo recoge las declaraciones rendidas ante el Fiscal 27 de Justicia y Paz por el delincuente Carlos Mario Ospina Bedoya, alias ‘Tomate’, quien en versión libre narra cómo ocurrieron los hechos sucedidos en 1999 y cuya responsabilidad es atribuido al llamado Frente Sur de las AUC.
El autor del artículo crea el convencimiento en sus lectores que para la actividad criminal hay un señalamiento concreto de participación de militares, pero al ahondar en la lectura se encuentra con que el confeso criminal se limitó a decir que no puede afirmar que hubo complicidad de la fuerza pública en las masacres; alias ‘Tomate’ dijo que escuchó de alias ‘Druppi’ que los ‘primos’ (los militares) ya sabían que los paramilitares habían salido de El Placer. “Eso nos dijo ‘Druppi’, que ellos ya sabían que estábamos hacia el lado de Los Ángeles en unas casas de tabla. ‘Druppi’ nos dice que el Ejército estaba hacia la salida de El Placer, pero por la vía hacia La Hormiga. El Ejército llega en la noche al pueblo y ‘Druppi’ nos dice que ojo, que no podemos bajar al pueblo uniformados”. Según ‘Tomate’, alias ‘Rafa Putumayo’ pudo haber coordinado con las fuerzas militares para evitar inconvenientes. “En el trayecto de Puerto Asís a El Placer no nos requisaron. Hasta pasamos por un lado de la base militar de Santa Ana. Tampoco nos requisaron en un retén obligado que había en Orito, en el cruce del Yarumo”, comentó el ex paramilitar.
De tal manera que la afirmación de la Fuerza Pública fue cómplice en esas masacres no es más que el producto de la imaginación del autor, que a partir de un testimonio de oídas gaseoso e inconsistente (Tomate dice que oyó de Druppi, pero a él no le consta nada), se teje toda una falacia tendiente a enlodar el nombre de la institución militar, siguiendo la línea de ciertos fiscales y jueces que pregonan responsabilidad militar por omisión a partir de denuncias infundadas de ONG o como en este caso, del testimonio de los responsables del crimen. Basta que se diga que el Ejército sabía de la presencia de criminales para imputar responsabilidades objetivas supuestamente prohibidas por nuestra legislación penal, pero que sin rubor el poder judicial aplica cuando de atacar la institución militar se trata.
El absurdo más grande contenido en la versión libre de alias Tomate lo configura su conclusión, inducida por el fiscal sustanciador, dice el delincuente que: “Yo supongo que ellos sabían que éramos paramilitares, porque yo estaba armado con una AK-47”, es decir, después de afirmar que los militares sabían de la presencia de la estructura delincuencial, concluye que tal afirmación no es más que una suposición personal no fundamentada en una prueba concreta que diga sin lugar a dudas que los miembros de la Unidad Militar habían tenido algún contacto, aunque fuere visual, con los encargados de cometer el delito, que esa suposición es fruto de su asociación de ideas ante lo escuchado a alias Druppi, pero no como resultado de una apreciación real de los hechos que narra.
Como este son numerosos ejemplos de desinformación que rodean la guerra mediática contra el Ejército, aseverar en el titular una cosa y terminar señalando lo contrario; la mayoría de las informaciones publicadas sobre los mal llamados falsos positivos han sido fruto de suposiciones, no de hechos comprobados, como ocurrió por ejemplo frente al llamado a calificar servicios de 27 Oficiales y Suboficiales, hecho que ahora se trae a colación en algunos medios para indicar que no fueron llamados a juicio pese a su responsabilidad en los hechos, cosa que riñe con la realidad porque la decisión administrativa nada tuvo que ver con presunción de participación de estos Oficiales que permita indiciar responsabilidad personal en la comisión de los delitos. Pero para la opinión pública queda grabada la falsa conclusión como una verdad.
Cierto es que en la aplicación de la llamada facultad discrecional operan más las consideraciones políticas que las de otra naturaleza, pero en el respeto a los derechos fundamentales de quienes son afectados por la misma debería acudir al menos una explicación que impida manchar su honor militar y que pueda ser aprovechada por los enemigos de la institución para desarrollar informaciones como la aquí señalada.
[1] Ver: http://www.verdadabierta.com/nunca-mas/nuncamas/2864-desmovilizado-relato-como-fueron-las-masacres-de-el-placer-y-la-dorada

No hay comentarios:

Publicar un comentario